- Celebraciones Anticipadas Y Realidades Dolorosas
- Nvidia: Una Inversión Que Nunca Existió
- El Daño A La Imagen De Nuevo León
- La Ciudadanía, Entre La Burla Y El Cansancio
- El Patrón De La Política De Fantasía
El gobierno de Samuel García ha quedado marcado por una serie de anuncios fallidos donde Tesla, Nvidia y hasta la selección de Países Bajos han sido protagonistas involuntarios de un patrón repetido: el gobernador celebra antes de tiempo, presume logros inexistentes y después enfrenta la realidad de que nada está confirmado. Este estilo impulsivo no solo genera burlas, sino que también mina la confianza pública en Nuevo León.
Celebraciones Anticipadas Y Realidades Dolorosas
En menos de dos años, Samuel García ha acumulado una racha de episodios que comparten un mismo guion: algo ocurre a nivel nacional o internacional, él se adelanta a declarar que Nuevo León será protagonista, lo graba, lo sube a redes, se vuelve viral… y después llega la desmentida oficial. Cada caso es una historia que se cuenta sola.
El ejemplo más reciente fue su entusiasmo por la supuesta llegada de la selección de Países Bajos al Estadio BBVA durante el Mundial de 2026. En su estilo tan característico, publicó un mensaje celebrando que la “Naranja Mecánica” jugaría en su estado, acompañándolo con referencias a Movimiento Ciudadano y hasta guiños a Heineken, como si ya fuera una fiesta asegurada.
Pero en cuestión de horas, la FIFA terminó arruinándole la celebración. Monterrey sí recibirá partidos mundialistas, pero ninguno de la selección neerlandesa. No hubo anuncio previo, no hubo confirmación, no había razón para festejar… excepto la necesidad de Samuel de ser el primero en subirse al tema. Un clásico.
Samuel García presumió que Países Bajos jugaría en Nuevo León por el color naranja… pero Holanda nunca llegó 😅 Otro ridículo para el gobernador. #SamuelGarcía #NuevoLeón #FútbolMX #RidículoPolítico #ElGrilleroMX pic.twitter.com/H13KdGk20I
— El Grillero (@elgrillero_mx) December 8, 2025
Nvidia: Una Inversión Que Nunca Existió
Si lo de Países Bajos fue un bochorno, lo de Nvidia fue una humillación internacional. El gobernador amaneció un día anunciando una supuesta inversión “histórica” de mil millones de dólares para instalar un Green Data Center en Nuevo León. Según él, esto colocaría al estado como el nuevo centro de inteligencia artificial en América Latina.
Pero el gusto duró poco.
Horas más tarde, Nvidia publicó un comunicado aclarando que no invertiría ni un solo dólar en Nuevo León, que no había planes para instalar ningún centro de datos y que la colaboración con México se limitaría a iniciativas educativas y de formación de talento. Nada más.
La desmentida se volvió tendencia nacional. Analistas, periodistas y especialistas señalaron que era inusual ver a una empresa global responder tan rápido a un político que, simplemente, se adelantó demasiado. Nuevo León quedó expuesto como el estado donde se presume lo que no existe.
Tesla: La Promesa Congelada Que Nunca Llega
Pero si un nombre persigue a Samuel García es Tesla, la marca que convirtió en bandera política, en slogan, en tema de campaña y en excusa para cada video en redes sociales. Durante meses presumió la llegada de la GigaFactory, como si fuera un hecho inevitable. Se grababa hablando inglés, etiquetaba a Elon Musk, repetía que eran “compadres” y hasta mostraba supuestos avances.
El panorama ahora es muy distinto.
Desde 2024, con la victoria de Donald Trump y sus presiones comerciales, la inversión quedó congelada. No hay avances, no hay maquinaria, no hay fecha, no hay firma. Lo único que hay son los videos del gobernador celebrando algo que nunca se concretó.
Para expertos en inversión extranjera, el caso Tesla ya es un ejemplo de cómo no manejar una negociación internacional. Exagerar anuncios, atribuirse decisiones que no le pertenecen y convertir un proyecto industrial en un espectáculo personal terminó por desgastar su credibilidad.
Un Gobernador Encantado Con El Spotlight
Lo más preocupante es la repetición del patrón. Todo lo que Samuel García anuncia, lo anuncia temprano. Todo lo que celebra, lo celebra sin sustento. Y casi todo lo que presume termina por no ocurrir.
Ejemplos sobran:
- Aseguró que habría Clásico Regio en la final del futbol mexicano… quedó eliminado Monterrey.
- Prometió una “nueva era” de inteligencia artificial… Nvidia desmintió todo.
- Subió videos celebrando al equipo naranja… Países Bajos nunca apareció en la sede.
- Vendió la llegada de una GigaFactory… Tesla sigue en pausa indefinida.
Esa necesidad permanente de capitalizar cualquier tendencia, cualquier rumor o cualquier oportunidad mediática le ha costado credibilidad. Lo que empieza como entusiasmo se convierte rápidamente en burla, y lo que pretende ser un anuncio histórico termina siendo otro ejemplo de improvisación.
Grande Samuel García ya ahuyentó a Tesla y Nvidia pic.twitter.com/OOspAIih3t
— Mazapán (@liizinie) November 12, 2025
El Daño A La Imagen De Nuevo León
El problema no es solo político: es también económico y reputacional. Empresas internacionales toman nota de estos episodios. Para inversionistas, un gobernador que exagera cifras, adelanta acuerdos y publica anuncios no confirmados es un riesgo. Nadie quiere ver su nombre envuelto en un escándalo por culpa de un funcionario que presume acuerdos inexistentes.
La imagen de Nuevo León como destino serio de inversión depende de estabilidad, profesionalismo y diplomacia. Justo lo contrario a lo que muestran los tropiezos de Tesla, Nvidia y Países Bajos.
La Ciudadanía, Entre La Burla Y El Cansancio
En redes sociales, muchos ya conocen el ciclo:
- Samuel anuncia algo “histórico”.
- Se vuelve viral.
- Medios replican la euforia.
- Llega el desmentido.
- Se convierte en meme.
El público pasa de la risa a la molestia. La pregunta ya no es “¿qué anunció ahora?”, sino “¿cuánto tardará en caerse?”. Ese es el nivel al que ha llegado la percepción ciudadana.
El Patrón De La Política De Fantasía
Lo más grave es que estos tropiezos no son errores aislados: son un modo de gobernar. El gobernador construye expectativas gigantescas, confía en la emoción del momento y apuesta a que la viralidad compense la falta de sustento. Pero cuando los hechos contradicen sus anuncios, el golpe es aún más fuerte.
Y en una administración pública, la fantasía dura poco.
Los casos de Tesla, Nvidia y Países Bajos dejan claro un hecho: gobernar requiere hechos, no solo frases explosivas. Samuel García ha convertido los anuncios fallidos en su sello personal. Pero el estado necesita certezas, no videos. Necesita acuerdos firmados, no predicciones equivocadas. Y necesita realidades verificables, no promesas que se derrumban en cuestión de horas.
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