El Día de Muertos en Monterrey reunió a miles de familias que acudieron a los panteones para rendir homenaje a sus seres queridos con flores, veladoras y música, en una jornada llena de respeto, recuerdos y emoción que mantiene viva una de las tradiciones mexicanas más entrañables.

La Tradición De Día De Muertos En Monterrey Sigue Viva En Los Panteones
Desde las primeras horas del 2 de noviembre, el panteón Dolores se llenó de color con la llegada de cientos de personas que llevaron flores de cempasúchil, veladoras, fotografías y ofrendas a las tumbas de sus familiares. La escena reflejó la esencia del Día de Muertos, donde la memoria y el cariño se transforman en un acto de unión familiar.
En cada rincón del camposanto, podía verse a personas limpiando las lápidas, colocando ofrendas o simplemente conversando frente a las tumbas, recordando anécdotas y vivencias. Algunas familias llevaron música o los platillos favoritos de sus difuntos, buscando mantener viva su presencia en un ambiente de respeto y alegría.
Entre los visitantes se encontraba Vicente Núñez Prado, quien, a sus casi 80 años, compartió que lleva más de dos décadas acudiendo al panteón para recordar a sus padres. Para él, visitar el lugar no es solo una costumbre, sino una manera de agradecer la vida y mantener viva su memoria.
Historias como la de Vicente se repiten cada año en Monterrey. Personas que encuentran en el Día de Muertos en Monterrey un momento de reflexión y amor, reafirmando que la tradición sigue siendo un símbolo de identidad para las familias regias.
Música Y Recuerdos En El Panteón Dolores
El ambiente del panteón Dolores se llenó de melodías suaves y nostálgicas interpretadas por Rogelio Fusté, un músico cubano que desde hace cinco años toca su saxofón entre las tumbas, acompañando con jazz y música romántica a las familias que recuerdan a sus difuntos.

Fusté, quien ha vivido en Monterrey por más de 26 años, considera que participar en el Día de Muertos es una forma de rendir homenaje tanto a su padre, fallecido hace cuatro años, como a la cultura mexicana que lo acogió. “Mi padre fue mi primer maestro, y desde aquí también le dedico mi música”, comentó con emoción.
El músico explicó que en su país, Cuba, no existe una celebración similar, y por ello se siente conmovido por la manera en que los mexicanos transforman la pérdida en una muestra de cariño. “Es un homenaje lleno de vida, colorido y esperanza. Es una tradición que enseña mucho y que merece ser transmitida a las nuevas generaciones”, expresó.
Cada 2 de noviembre, el sonido del saxofón de Fusté se ha convertido en parte del paisaje sonoro del panteón. Los trabajadores del lugar lo reconocen y esperan su llegada, sabiendo que sus notas acompañan a las familias con respeto y calidez durante esta fecha tan significativa.
Historias Que Mantienen El Día De Muertos En Monterrey Tan Especial
Mientras algunos visitantes recordaban entre lágrimas, otros compartían sonrisas y anécdotas de sus seres queridos. En esta jornada del Día de Muertos en Monterrey, el amor fue el protagonista.
Dolores Caballero acudió al panteón para visitar las tumbas de sus padres, quienes fallecieron hace 25 y 4 años respectivamente. Contó que, aunque los recuerda con nostalgia, prefiere celebrar su vida con alegría. “Venimos, les rezamos, les ponemos flores y convivimos un ratito, como si todavía estuvieran con nosotros”, comentó.

Por su parte, Adriana Quintero asistió para rendir homenaje a su papá, mamá y tía. Aseguró que, aunque ya no están físicamente, siempre los lleva presentes en su día a día. “Los recordamos contando anécdotas, eran personas muy alegres. Este día lo vivimos con cariño y mucha gratitud”, dijo.
El ambiente en los panteones de la ciudad reflejó una mezcla de emociones. Las risas de los niños, el aroma de las flores y el sonido de los rezos se unieron en un solo mensaje: la importancia de honrar la memoria de quienes partieron. La tradición continúa siendo un punto de encuentro entre generaciones, un momento para compartir historias y reforzar los lazos familiares.
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