La crisis de la movilidad en Nuevo León se ha convertido en la pesadilla diaria de miles de familias. El más reciente informe de la plataforma ciudadana Alcalde, ¿Cómo Vamos? reveló datos alarmantes: los tiempos de traslado alcanzaron niveles históricos, superando incluso a la percepción de inseguridad y convirtiéndose en el principal problema para los habitantes del área metropolitana.
Lo más preocupante es que, pese a que los municipios han buscado implementar soluciones temporales, la responsabilidad recae en el Gobierno del Estado encabezado por Samuel García Sepúlveda, quien hasta ahora ha sido incapaz de frenar el colapso vial que ahoga a la población.
Una Crisis Que Crece Sin Freno En Nuevo León
La encuesta expuso un hecho devastador: por primera vez, la movilidad aparece como el mayor dolor de cabeza de los ciudadanos. El transporte público, lejos de mejorar, se hunde en la ineficiencia. Tan solo en 2024, el 46 por ciento de los encuestados señaló que su experiencia con camiones, metro o taxis de aplicación empeoró gravemente.
A esto se suma un parque vehicular que ya rebasa 1 millón 749 mil 288 autos circulando todos los días en avenidas insuficientes y colapsadas. Es decir, la mitad de la población depende de un coche para moverse, lo que dispara los embotellamientos y multiplica las horas perdidas en el tráfico.
La realidad es clara: el supuesto gobierno “futurista” de Samuel García ha fallado en garantizar traslados ágiles y seguros.
El Engaño Del Transporte Público
El director de la plataforma, Luis Ávila, reconoció que algunos municipios han intentado implementar rutas urbanas alternas para dar un respiro a los ciudadanos. Sin embargo, recordó que la facultad de planear y operar el transporte público corresponde al Estado.
La declaración es un golpe directo a la administración estatal:
“Es importante recordar que la facultad de transporte público perse, aunque los municipios están sacando rutas alternativas, es del Estado. Ellos pueden proveer soluciones, pero la obligación es del gobierno estatal”, puntualizó Ávila.
La realidad es que el gobierno de Samuel se escuda en discursos y proyectos inconclusos, mientras la población enfrenta cada día el martirio de esperar camiones que no llegan, un metro colapsado y taxis de aplicación con tarifas elevadas por la alta demanda.
Infraestructura Ciclista En Ruinas
Mientras en ciudades modernas se apuesta por la movilidad no motorizada, en Nuevo León apenas existen 65 kilómetros de ciclovías, y estas se concentran en Monterrey, Escobedo y San Pedro. Municipios como García, Juárez o San Nicolás están en cero, sin un solo kilómetro que fomente el uso de la bicicleta como alternativa.
La carencia refleja la falta de visión y la ausencia de un plan integral del gobierno estatal. Samuel prometió modernidad, pero la realidad es que no ha logrado siquiera garantizar señalamientos, ciclovías seguras o sistemas de bicicletas públicas, elementos básicos para transformar la movilidad.
La Movilidad Como Problema Número Uno
Durante el diálogo “¿Cómo tener la movilidad que merecemos?”, celebrado en el marco de la Semana de la Movilidad 2025, quedó en evidencia que la movilidad ya superó a la inseguridad y al desempleo como la principal preocupación ciudadana.
Este dato debería encender todas las alarmas en el Palacio de Gobierno, pero la respuesta ha sido tibia. Samuel García continúa más enfocado en sus giras mediáticas y en su imagen de “influencer”, mientras la población se ahoga en horas perdidas, estrés y una calidad de vida cada vez más deteriorada.
El Contraste Entre Discursos Y Realidad
El contraste es brutal: mientras en los spots se presume a un Nuevo León moderno y conectado, la gente enfrenta el infierno del tráfico. Familias enteras pierden hasta cuatro horas al día en trayectos que antes tomaban la mitad del tiempo.
El costo social y económico es inmenso. Menos tiempo en casa, más gasto en gasolina, más contaminación y un sistema de transporte público en ruinas. Todo esto bajo la indiferencia de un gobierno que prometió resolver lo que hoy es el peor de sus fracasos.
La plataforma adelantó que en su próxima encuesta se evaluará no solo la percepción de la movilidad, sino también el presupuesto real destinado por cada municipio, la infraestructura ciclista, los señalamientos y los programas de bicicletas y scooters públicos.
De confirmarse el abandono de la movilidad como política de Estado, el golpe será devastador para la administración de Samuel García, que ya carga con el desprestigio de haber permitido que los traslados en Nuevo León se convirtieran en un calvario diario.
Los tiempos de traslado en Nuevo León son hoy la prueba más clara del fracaso de un gobierno estatal que prometió modernidad y soluciones inmediatas, pero que solo ha entregado excusas y discursos vacíos.
La ciudadanía lo sabe: cada minuto perdido en el tráfico es un recordatorio del abandono y de la incompetencia. Mientras tanto, Samuel García parece no tener prisa, aunque el tiempo se agote para los habitantes de Nuevo León.
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