El manejo ambiental de la Línea 6 ha encendido críticas. Las irregularidades ambientales en la Línea 6 refleja la diferencia de trato del Gobierno estatal: sanciona a empresas privadas, pero es permisivo con su propio proyecto.
Irregularidades Ambientales En La Línea 6 Son Evidentes
Las denuncias señalan que las obras de la Línea 6 operan con un margen de tolerancia que contrasta con el rigor aplicado a empresas privadas. Materiales de construcción quedan expuestos al viento. Además, se reportan excavaciones sin humectar y derrames de cemento en áreas verdes.
En la zona del monorriel, también se observan maderas sin protección y varillas oxidadas en el suelo. Estos hechos constituyen infracciones ambientales claras, pero no hay sanciones visibles.
La Secretaría de Medio Ambiente, dirigida por Raúl Lozano, ha permanecido pasiva frente a estas faltas. Sin embargo, cuando se trata de microempresas o negocios locales, la dependencia actúa con rapidez y hasta exhibe a los sancionados en redes sociales oficiales.

Contraste Entre Negocios Sancionados Y La Línea 6
Un ejemplo claro ocurrió el 14 de agosto. Ese día, Medio Ambiente clausuró un negocio de compra-venta de reciclables en Escobedo. La justificación fue que había residuos de manejo especial sobre suelo natural y a cielo abierto. Además, se argumentó riesgo de incendio.
La contradicción es notoria. En la Línea 6 también hay materiales a cielo abierto. Sin embargo, no existe ningún reporte de clausura o sanción. Un contratista de la obra lo reconoció: “Nadie nos dice nada porque la obra es estatal, y porque hay urgencia para que terminemos”.
En contraste, particulares han sido sancionados por emisiones de polvo generadas por autos en suelo no humectado. También por acumular madera apilada y residuos diversos. Es decir, situaciones que coinciden con lo que ocurre diariamente en los frentes de la Línea 6.
Obras De La Línea 6 Y Omisión Estatal
Los casos se repiten en varios puntos de la ciudad y su zona metropolitana. En Ruiz Cortines y Miguel Alemán, las excavaciones avanzan sin riego de tierra. Además, jardineras quedaron afectadas por derrames de cemento. A un costado, montones de arena se exponen al viento sin control.
El 6 de agosto, la autoridad suspendió a una empresa en Apodaca por residuos mal dispuestos, sedimentos arrastrados a la vía pública y falta de bitácoras de riego. No obstante, en Miguel Alemán y la Carretera al Aeropuerto, donde la Línea 6 muestra fallas similares, no hubo clausuras.
Al menos en 11 puntos distintos se detecta acumulación de escombro, madera y llantas en la obra del monorriel. El patrón es claro: lo que representa sanción para particulares, se tolera cuando se trata de la Línea 6.
Línea 6 Refleja Doble Vara Del Gobierno Estatal
La situación abre un debate sobre el uso de criterios diferenciados en materia ambiental. Mientras los empresarios locales y ciudadanos son castigados con clausuras y multas, la obra estatal avanza con prácticas cuestionables.
La política del Gobierno parece responder más a la urgencia de terminar la Línea 6 que al cumplimiento estricto de las normas. Esto genera un mensaje contradictorio: el mismo Estado que exige orden, incumple cuando se trata de sus propios proyectos.
En resumen, las irregularidades ambientales en la Línea 6 representan un caso que pone en entredicho la credibilidad institucional. Los habitantes observan cómo las calles se llenan de polvo, cemento y materiales a cielo abierto, sin que las autoridades actúen con la misma severidad que aplican a la iniciativa privada.
Qué Sigue Para Las Obras De La Línea 6
El desafío ahora es doble. Por un lado, la ciudadanía exige que las autoridades estatales sean consistentes y apliquen las normas ambientales sin importar si el infractor es una empresa privada o una obra estatal. Por otro lado, se espera que la construcción avance sin que ello implique mayor deterioro ambiental.
De continuar con este patrón, el Gobierno corre el riesgo de aumentar la percepción de desigualdad en la aplicación de la ley. La Línea 6, más que un proyecto de movilidad, se ha convertido en un espejo de cómo las instituciones miden con diferentes varas.
La discusión apenas comienza. Los próximos meses serán clave para determinar si las autoridades ajustarán el rumbo o mantendrán la permisividad en torno a la Línea 6.
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